¿Es posible unir con facilidad el pasado y el futuro?, ¿descubrir cómo la innovación brota de un pasado que empuja silencioso? Hay veces que sucede. Hoy queremos presentaros una de esas ocasiones.

Se dice que Aristóteles lo pensó y lo dijo. Tal vez él no le dio forma literaria, pero de él surgió un potente pensamiento que, hecho palabra, ha llegado hasta nosotros así expresado: “Somos lo que hacemos repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto, sino un hábito”. Esta vieja convicción es una promesa nueva que invita a cambiar el mundo. Es una afirmación que vence toda sospecha sobre la posibilidad de SER MÁS de todo ser humano y una defensa incuestionable del derecho a la educación de calidad que lo haga posible.

Como sabéis, Escuelas Católicas, comprometida desde siempre con la Educación Especial, lleva tiempo implicada en el impulso de una nueva intervención educativa en favor de alumnos con Necesidades Educativas Especiales, apoyado en la fuerza innovadora que ofrecen las herramientas tecnológicas. Acabamos de cerrar el último proyecto desarrollado en el año 2020, denominado “Funciones EjecuTICvas para alumnos con Necesidades Educativas Especiales”, en el que la Neuroeducación ha puesto en valor ese pensamiento de excelencia educativa y la Neurociencia lo ha mostrado con números y con imágenes.

En la web de Escuelas Católicas ya tenéis disponible esta Guía, que da a conocer la fundamentación científica y el trabajo realizado, válido para todo profesor, tenida en cuenta la transcendente importancia de las funciones ejecutivas en nuestra vida cotidiana. La Guía recoge de manera exhaustiva el desarrollo del proyecto llevado a cabo por cinco centros educativos, dos específicos de Educación Especial y tres ordinarios con inclusión de alumnos con Necesidades Educativas Especiales.

Aunque se ha desarrollado en los meses más nefastos de la pandemia que nos asola, nos dejó espacio para probar esa poderosa intuición del sabio de la antigüedad, que sin saber ponerle nombre dejó entender que el cerebro siempre aprende. La Neurociencia se ha ocupado hoy de subrayar la veracidad de esta afirmación, aun cuando ese cerebro haya padecido una lesión limitante.

Han participado 151 alumnos con Necesidades Educativas Especiales, guiados por un grupo de 30 profesores y con la valiosísima participación de las tutoras del proyecto y varias entidades colaboradoras. La actividad más llamativa ha sido, sin duda, el entrenamiento durante dos meses y medio, deforma sistemática, ordenada y evaluada, de las más esenciales funciones ejecutivas (atención, memoria de trabajo, flexibilidad cognitiva y control inhibitorio), buscando con ello probar que es posible y vale la pena buscar la “excelencia” propia de cada alumno, hecha hábito.

En este tiempo hemos aprendido cosas esenciales. Que el cerebro es nuestro reto y aliado, y que el entrenamiento sistemático y organizado, con constancia, calidad de los estímulos, herramientas adecuadas y utilizadas en el tiempo preciso, crean hábito que la escuela debe promover, estimular y mantener.

Os sugerimos que os animéis a consultar la Guía. Encontraréis un contenido atractivo y estimulante y podréis comprobar el proceso de mejora de esos alumnos, que dan a conocer unos números y unas gráficas respaldadas por las personas que los han visto surgir día a día, minuto a minuto.

Y podréis, como complemento fundamental, acceder al conocimiento de una serie de aplicaciones tecnológicas, herramientas de apoyo extraordinario para el entrenamiento, para el “hacer reiteradamente” que provoque el hábito de la valiosa excelencia de cada niño.

Sonia Ramos Bárcena
Equipo de Educación Especial de Escuelas Católicas
@raso0511