¿Redes sociales en el centro sí o no?… Claro que sí.
¿Whatsapp es red social?… Claro que sí.
¿Whatsapp en el centro?… No, pero…

El silogismo no siempre funciona. Siendo red social y siendo recomendable el uso de redes en la comunicación de los centros no debe utilizarse Whatsapp sin pensar. No debe ser un canal oficial pero sí es posible, de manera excepcional, beneficiarnos de las virtudes de la herramienta siempre que se haga de una manera adecuada.

Empecemos por el principio. Hablemos de los canales oficiales. Tal y como recomendamos en nuestro manual de comunicación para RRSS, publicado en junio de 2015 y actualizado en diciembre de 2017, Whatsapp nunca debería ser un canal oficial del centro ya que la propia aplicación afirma (de momento) en sus condiciones de uso: “no usaras nuestros servicios en formas que (…) impliquen cualquier otro uso no personal de nuestros servicios a menos que nosotros autoricemos lo contrario”.

Existen multitud de canales que el centro puede utilizar para llegar a sus destinatarios de una manera eficaz. Algunos de ellos más “tradicionales”, pero no por ello menos eficaces como el teléfono, tablón de anuncios, correo postal, agenda escolar, revista, etc., y otros que podríamos clasificar como “digitales” entre los que destacan:

  1. La página web debe ser el principio y el fin de la comunicación del centro. Debe contener toda la información oficial y ser accesible en dispositivos móviles.
  2. Correos electrónicos. Aunque es un “viejo” canal sigue siendo clave, sobre todo si no se dispone de plataforma de comunicación. La mayoría de los destinatarios de la información del centro tienen correo electrónico. Admite cualquier tipo de contenido, si bien, hay que tener cuidado con los envíos masivos y los antivirus que hacen que no siempre se pueda asegurar la recepción del mensaje.
  3. Plataforma educativa. Es una gran solución para la comunicación con las familias. Todo lo que llega a través de la plataforma es oficial pero la experiencia me dice que, a pesar de sus ventajas y sencillez, no siempre es el canal preferido por las familias.
  4. Redes sociales. Desde el punto de vista de un centro educativo proporcionan un buen servicio de información, favorecen el diálogo y permiten llegar a muchos destinatarios desconocidos. No hay que estar en todas, solo en aquellas que ayuden a cumplir tus objetivos de comunicación, pero siempre, siempre, indicando que son canales oficiales. Un mismo nombre y misma foto de perfil ayudará a la identificación con el centro. Y aquí, aprovecho para repetir que Whatsapp, aunque sea red social, no debe ser un canal oficial del centro.

Una adecuada utilización de estos canales y una comunicación útil evitará en gran medida los rumores y noticias falsas en los grupos de Whatsapp.

El buen uso de los grupos de Whatsapp

¿En cuántos grupos de Whatsapp te han incluido? ¿En cuántos colaboras de manera activa? Seguro que al grupo (o grupos) de familia, se suma como mínimo uno de amigos, el del trabajo, uno del colegio, el de la facultad, el de exalumnos… ¿Acierto? En mi caso, he perdido la cuenta. Me resultan muy útiles como para prescindir de ellos, pero como muchos de vosotros, he experimentado alguna situación, algún malentendido, que hace necesario que, en muchos casos, haya que establecer algunas normas de uso de esos grupos.

Llegando al extremo, el año pasado, en la India un vídeo manipulado y distribuido a través de Whatsapp originó un pánico general que se cobró varias víctimas mortales. Esto no debería volver a repetirse y por eso ellos mismos lanzaron una serie de recomendaciones para “luchar” contra las noticias falsas que bien podemos aplicar a los grupos que se crean en cualquier centro educativo:

  1. Comprueba si es un mensaje reenviado (la aplicación lo permite) y decide si sigues reenviando o cortas la cadena.
  2. Cuestiona la información que te genera emociones negativas.
  3. Chequea las noticias “poco creíbles”.
  4. Presta atención a los mensajes diferentes e imprecisos.
  5. Comprueba la autenticidad de las imágenes y vídeos. Pueden estar manipulados.
  6. Verifica también los enlaces antes de reenviarlos.
  7. Usa varias fuentes. Contrasta la información.
  8. Piénsatelo dos veces antes de compartir.
  9. Controla lo que ves. Hay opciones de privacidad y control que pueden ayudarte.
  10. Las noticias falsas son virales. No lo olvides. Que te llegue muchas veces no quiere decir que sea verdad.

Además de esas podríamos añadir alguna otra recomendación más específica para los grupos de profes, como el no difundir datos personales de los alumnos y familias; y también para los grupos de padres, sobre todo enfocadas a fomentar la responsabilidad de los menores, y a no convertir esos grupos en la agenda y calendario de nuestros hijos.

Sobre esto hay muchos consejos como los que ofrece Educaplanet o Empantallados que pueden resultar de utilidad y ayudar en la reflexión sobre este tema.

A modo de excepción

Como la casuística es infinita y la finalidad de cada herramienta o canal depende únicamente del uso que podemos hacer del mismo, se pueden hacer excepciones (y repito, excepciones) en la creación de grupos de Whatsapp para algunas actividades como un viaje, una excursión o un grupo de trabajo, siempre que se descarten otras alternativas y se cumpla lo siguiente:

  1. La decisión de creación de ese grupo debe ser aprobada por el equipo directivo y consensuada con los profesores implicados en la actividad.
  2. Debe hacerse desde un número de teléfono del centro para no facilitar el número personal de los miembros del equipo directivo o docentes.
  3. Si hay alumnos en el grupo deben ser mayores de 16 años, tal y como figura en la información sobre los servicios de Whatsapp, o con consentimiento de padre, madre o tutor si tienen entre 13 y 16 años, nunca antes.
  4. Todos los miembros, menores de edad, que vayan a formar parte de este grupo deben entregar una autorización debidamente firmada para el uso de la aplicación.
  5. Se deben cumplir las normas de buen uso del grupo fijadas por el equipo directivo como por ejemplo utilizarlo solo para información de la actividad, no subir fotos que no tengan que ver con la misma, ni compartirlas en otros grupos… etc.
  6. Debe comunicarse la fecha de fin de la actividad. Esa fecha será la misma en la que el grupo debe darse de baja del móvil del centro. Por seguridad sería aconsejable hacer una copia del chat y conservarla para evitar posteriores malentendidos. Es recomendable que la duración del grupo sea corta, si bien, será el equipo directivo el que decida si se justifica la creación de ese grupo de Whatsapp independientemente de la duración de la actividad.

Existen también otras alternativas como Telegram, Hangouts (de Google) o Teams (de Microsoft) que funcionan con el correo electrónico (y no con el número de teléfono) y tienen características similares a un chat de Whatsapp. Tanto en unas aplicaciones como en otras deben cumplirse las normas descritas anteriormente.

En conclusión, hablando de redes sociales, Whatsapp no debe ser un canal oficial pero, de modo excepcional, puede utilizarse en aquellas circunstancias en que se considere que no hay otra herramienta mejor para la comunicación con sus destinatarios.

Esta publicación se autodestruirá cuando Whatsapp cambie sus condiciones de uso y posibilite los perfiles institucionales. Por suerte, las redes evolucionan y no será la última vez que hagamos nuestro eso de “Donde dije digo, digo Diego”. Las redes sociales han llegado para quedarse y se han quedado para adaptarse a todas las necesidades y sectores, incluyendo, por supuesto educación. No será muy larga la espera, os lo aseguro.

@albertomayoral