En ocasiones las cosas no son como las cuentan. De eso te vas dando cuenta con el tiempo. Y hasta los axiomas más rotundos pueden ser cuestionados si se le da unas cuantas vueltas. Hace unos días, durante una reunión de trabajo, el director de la asociación de escuelas concertadas de Finlandia nos ponía un ejemplo.

Como sabéis las escuelas finlandesas se ha ganado un espacio en nuestros corazones; y un respeto y admiración, por parte de los responsables educativos mundiales. Su innovación, sus modelos pedagógicos y el éxito en las pruebas PISA, les ha hecho ser referente en educación comparada. Todos queremos un colegio y unos docentes como los fineses.

La idea generalizada que se ha difundido es que el modelo educativo de Finlandia es totalmente público. Y si se bucea un poco en Internet, muchas fuentes lo mencionan, aunque sea falso. Se hablan de que es un sistema de éxito de la Administración y algunos colectivos lo han abanderado para llevarlo a su causa.

Resulta que en Helsinki, capital de Finlandia, y lugar donde se concentran el mayor número de habitantes y centros educativos, el 40% son colegios concertados. Curioso dato.

Al transferir la información, hasta los políticos fineses hablan de que sus centros son públicos, sin importarles que no sea así. ¿Y cómo pueden llamarlos públicos si son colegios de titularidad privada, con una total autonomía educativa, currículos propios, contratación libre de docentes y metodologías creadas en el mismo centro educativo? Su respuesta es muy fácil, el dinero para sostener el colegio es público. Y por tanto, para esos políticos son públicos, aunque estén gestionados de manera privada, y para el resto de los mortales, son centros concertados.

Esta es la riqueza del lenguaje. Los sistemas educativos europeos, o el de Estados Unidos, llama a estos centros concertados. Pero en Finlandia la concertada también se llama escuela pública, se ve que interesa llamarlo así.

Desafíos como este salen a menudo en educación. En la mayoría de países europeos la escuela concertada tiene una gran valoración social. Pero, también es utilizada y criticada por ciertos sectores sociales y políticos cuando interesa.

Escuelas Católicas participa en ECNAIS, Consejo Europeo de Asociaciones de Escuelas Independientes, entidad que acogió en Katowice, Polonia, un seminario de trabajo en noviembre de 2018 para valorar los desafíos en los que se encuentran nuestros colegios.

ECNAIS, CEEC, EMIE son espacios de reflexión y encuentro de la escuela concertada y privada europea. Nutren de fuerza y dan forma al trabajo compartido en diferentes países y asociaciones.

Al final, el objetivo de la mayoría de trabajadores de la educación es el mismo. Darle el mejor futuro posible a nuestros alumnos y por tanto a la sociedad, siempre desde el respeto, el cariño y la valoración de todo tipo de sistemas educativos; sean públicos, privados o concertados, ya que en todos ellos hay ejemplos maravillosos de vocación docente y gestión de centros.

Jacobo Lería Hernández
Responsable proyecto Célula Europa