No corren buenos tiempos para la libertad y los padres nos estamos jugando mucho: nada más ni nada menos que la educación de nuestros hijos. Por eso y porque cualquier límite a la pluralidad de la escuela repercute, no solo en el futuro de los estudiantes, sino en la misma sociedad, hacemos un llamamiento a todos los ciudadanos para que rechacen la supresión de derechos y libertades a la que nos aboca la LOMLOE.

Los padres no podemos aceptar las formas ni las maneras en las que se ha tramitado esta ley: sin escuchar a la comunidad educativa ni sus necesidades y en una situación sanitaria tan crítica como la actual. Sin debate social ni diálogo es imposible una ley que nos represente a todos.

Si nos hubieran escuchado, sabrían que defendemos la red pública y privada concertada y que las queremos de calidad. Creemos en una educación plural y un sistema educativo donde no se excluya a nadie, independientemente de sus recursos económicos. Pero no podemos admitir de ninguna manera que no tengan en cuenta las necesidades reales de escolarización que manifestamos las familias. El alumnado, nuestros hijos, no puede ser distribuido según la planificación arbitraria de la Administración. En la educación todos sumamos, la pluralidad del sistema educativo da respuesta a las necesidades del alumnado y del derecho de las familias a educar de acuerdo con sus convicciones.

Si hubiéramos podido dialogar, les habríamos transmitido la necesidad de dotar de más recursos a los centros -tanto ordinarios como de educación especial- para atender a los alumnos con distintas capacidades.

Los padres apoyamos y valoramos la importante labor que desarrollan los profesores de nuestros hijos. Entre todos tenemos que trabajar para dar el máximo reconocimiento a los docentes y a la imprescindible labor que hacen. Tenemos que trabajar en beneficio del prestigio de la profesión docente. Los padres somos conscientes de la necesidad de hacer equipo con ellos para la educación de nuestros hijos.

Y todo esto pasa por defender el derecho de los padres a elegir la educación que quieren para sus hijos. Queremos pensar y creer en libertad y para eso rechazamos el control político de la educación, que no es más que una agresión a la libertad. Hay que tener en cuenta que el ejercicio de la libertad de elección siempre es positivo para la educación ya que supone un conocimiento y confianza en el colegio, que beneficia a la educación de nuestros hijos.

A pesar de todo, los padres y el resto de los miembros de la comunidad educativa unidos, vamos a seguir luchando y denunciando todo aquello que vaya en contra de la educación de nuestros hijos. No nos van a silenciar porque nosotros no nos vamos a cansar de defender la libertad.

Begoña Ladrón de Guevara
Presidenta de Cofapa
@BegoLdeG