Estoy leyendo una noticia en un diario de tirada nacional en la que dice: “El Gobierno aprobará antes del verano la `Ley Celaá´ sin el aval del Consejo de Estado”.

No deja de ser solo una noticia, y es interesante leer algo más que el titular, porque no parece que sea tan fácil y menos que se pueda hacer antes del verano… Pero me quedo con el último párrafo del artículo: “Fuentes jurídicas consultadas señalan que el informe del Consejo de Estado «no es preceptivo para la «Ley Celaá» pero que realmente el motivo que hay detrás de que una norma de estas características y de esta importancia no se consulta es el miedo a las objeciones del Consejo de Estado».

Resulta cuando menos paradójico que el partido que ahora nos gobierna y que durante todo el tiempo que estuvo en la oposición reivindicó, como tiene que ser, por activa y por pasiva, “luz y taquígrafo en las negociaciones”, “consenso para cualquier tipo de decisión”, “pacto en educación”… haya firmado acuerdos de gobierno que nadie conoce, haya vendido España por mantenerse en el sillón, haya entregado las llaves de la gobernabilidad a partidos a los que “les importa un comino la gobernabilidad” según palabras textuales que oímos decir en el mismo Congreso de los Diputados en plena investidura, o esté buscando pasar por encima del Consejo Escolar y del Consejo de Estado por miedo a posibles objeciones… ¡estamos apañados!

Pero es que también podemos ver como en la página de la Moncloa se habla de esa nueva ley de educación, como la necesaria para “crear ciudadanos libres y críticos”… ¿están ustedes seguros de querer ciudadanos libres y críticos? ¿De esos que decimos lo que pensamos, que estamos abiertos al diálogo, que no tenemos miedo a la libertad de expresión, que estamos dispuestos a defender alto y claro aquello en lo que creemos?

Entonces a qué viene tanto miedo…

Y abundando en el tema, ¿alguien puede explicarme qué significan, algunas frases de la Ministra como: “la libertad de enseñanza no emana de la Constitución” o “no podemos pensar de ninguna de las maneras que los hijos pertenecen a los padres”?

Bueno, pues si este es el aire que respiramos en España, con algo parecido lidiamos en La Rioja desde finales de agosto. Un pacto educativo que se asienta básicamente en el miedo y en el recorte de libertades. ¿Quién habló de “progreso”? Si el progreso se define como una vuelta al control absoluto sobre la libertad de creación de empresa, sobre la libertad de elegir lo mejor para nuestros hijos, sobre la libertad de elegir la mejor sanidad, sobre las libertades individuales… lo que estamos viviendo – sufriendo en nuestra comunidad autónoma es claramente un proceso de regreso… y no un proceso de progreso…
Desde que el nuevo gobierno gobierna, esto es un desgobierno… y muy triste, por cierto.

¡Qué pena que el nuevo Consejero de Educación no haya empezado por conocer de verdad y a fondo el terreno que pisa! ¡Qué pena que no busque el diálogo y el consenso con las instituciones que llevamos tantos años en educación! ¡Qué pena que se deje llevar por clichés viejos y retrógrados que no responden a la realidad de la educación en La Rioja! ¡Qué pena que a mitad de curso, y una vez más sin diálogo, sobre un presupuesto de más de 300 millones de euros se quiera ahorrar 400.000 euros a costa de 700 adolescentes y sus familias, solo porque no piensan como él, o no han “pedido permiso” para llevar a sus hijos al bachiller que quieren! Claro, que si como dice la Ministra “de ninguna manera podemos pensar que los hijos pertenecen a los padres”… ¡Qué pena!

Y además no deja de sorprender otra cosa: ¿estamos ante un claro “haz lo que yo digo, pero no hagas lo que yo hago”? Porque, ¿cuántos hijos, nietos, hermanos, sobrinos de esta izquierda trasnochada que nos gobierna están estudiando en la escuela concertada? Estaría bien que esos datos, igual que los económicos, fuesen públicos… retrátense, señores, y pongan luz y taquígrafo sobre su incoherencia.

¿Y saben también a qué tienen mucho miedo? A que digamos estas cosas, a que pongamos palabra donde ellos quieren solo silencio. “¡No incendiéis a las familias!”, nos piden. O sea, no contéis lo que queremos hacer. No digáis que queremos poner la planificación por encima de las libertades, no digáis que queremos “redistribuir al 27% del alumnado” cual cajas de zapatos que quito de una estantería y pongo en otra, no digáis que nos vamos a inventar algo que se llama “ventanilla única” y que lo único que pretende es oscurecer un proceso de admisión que en estos momentos es claro y transparente.

No lo contéis, dejad que la gente siga en la ignorancia, porque desde ahí es mucho más fácil manipular. ¿Y ustedes son lo que quieren ciudadanos críticos y libres?

Señores, sin información no se puede ser crítico. Si quieren ciudadanos críticos, no escondan la verdad, no oculten sus intenciones, no engañen al personal. Aunque no nos gusten, sus opiniones son lícitas… pueden ustedes decirlas, y hasta intentar convencernos… pero por favor, no nos hagan “comulgar con ruedas de molino”.

Ana Isabel Preciado
Presidenta de Escuelas Católicas La Rioja