Sí, sí, has leído bien… no es que haya un carné de conducir para ir por las redes sociales pero sí que es cierto que, aunque todos -o la mayoría- estamos familiarizados o, al menos, hemos oído hablar de términos como Facebook, Twitter, Instagram o “me gusta”; nos hemos lanzado a “conducir” por las redes sociales sin ser muchas veces conscientes de las ventajas, riesgos, obligaciones y responsabilidades de nuestra presencia en estas y, por tanto, sin ese “carné de conducir”.  

Y es por eso que he querido comenzar utilizando el símil automovilístico por cuanto, al igual que con las redes sociales, todos estamos familiarizados con términos como conducir, STOP, ceda el paso o acelerar; pero, para coger un coche y conducirlo por la carretera nos exigen pasar un examen teórico y uno práctico para el que debemos estudiar y hacer una serie de clases prácticas con un profesor que nos enseña y nos explica lo que podemos y no podemos hacer y, en muchos casos, cómo podemos hacerlo mejor. Y, no sólo nos lo exigen, sino que todos, en mayor o menor medida, estamos de acuerdo con esa exigencia puesto que somos conscientes de los riesgos que puede suponer coger un coche sin saber conducir.

En este sentido, si bien a día de hoy no existe un “carné de conducción para las redes sociales”, sí que existen una serie de pautas y cuestiones que toda persona -física, jurídica, pública o privada- debe tener en cuenta a la hora de sumergirse en el mundo de las redes sociales y cuyo conocimiento y puesta en práctica podría constituir, siguiendo con nuestra analogía, ese “carné de conducir”. Y es precisamente el objetivo de este artículo el dar algunas pinceladas sobre lo que se considera una presencia adecuada de, en este caso concreto, un centro educativo en redes sociales.

En primer lugar, el centro debe tener en cuenta que una presencia adecuada en redes sociales exige un esfuerzo de tiempo, recursos humanos y, en cierto sentido, recursos materiales. Y es que, el centro debe designar una persona -o grupo de personas en función de sus necesidades y objetivos- que desempeñe la labor de “community manager” (o lo que es lo mismo, que se encargue de la gestión de la presencia del centro en redes sociales) y al que debe formar e informar sobre sus responsabilidades, obligaciones, funciones y objetivos así como sobre el “modus operandi” en caso de que se produzca una “crisis 2.0”. En segundo lugar, debe quedar claro que la presencia del centro en redes sociales no debe ser una presencia aislada e independiente del devenir diario del centro sino que ha de ir en consonancia con el ideario del centro y los objetivos de comunicación de toda la organización. Como no podía ser de otra manera, el centro debe conocer -y hacer conocer a todo su personal- la normativa aplicable a las redes sociales, a saber: normativa en materia de protección de datos, de servicios de la sociedad de la información y de propiedad intelectual y, actuar a la hora de subir contenidos (imágenes, vídeos, etc.) conforme a la misma.  Y, por último, pero no por ello menos importante, debe el centro abogar por una presencia segura en redes sociales; seguridad que pasa por una configuración adecuada de la privacidad en las redes sociales (tanto del centro como persona jurídica como de las personas físicas que mantienen relación con el centro a través de redes sociales), como por la realización de copias de seguridad y por el conocimiento e implantación de diversas medidas de seguridad destinadas a proteger la información confidencial y/o de interés para el centro.

Terminamos este artículo, llamando la atención sobre el hecho de que un uso seguro y adecuado de las redes sociales pasa, inevitablemente, por el conocimiento, interacción y actuación conjunta, consciente e informada de todo el personal del centro en este sentido. Por tanto, vayamos a por ese “carné de conducir” porque, al igual que el coche, las redes sociales son una herramienta de enorme valor que puede conllevar grandes ventajas y beneficios para el centro, siempre y cuando hagamos un uso adecuado.

Laura Davara Fernández de Marcos
Doctora en Derecho y Socia de Davara&Davara Asesores Jurídicos
@lauradavara