Cierro los ojos. Y puedo ver cómo los portones y bisagras de cientos de escuelas no rechinan porque llevan demasiados días sin hacer su gimnasia diaria. Ya llevan días los pupitres alterados, nerviosos. Se les oye todo el rato hablar y preguntarse “¿qué está pasando?, ¿a dónde se han ido?”. Las sillas tratan de calmarles […]

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