Una tarde, mientras merendaba, mi hijo me dijo: “Mamá, encima de la cabeza tengo una mochila invisible”. Cuando por la calle te obliga a saltar todas las tapas de las alcantarillas “porque son lava y te quema”, o de camino a casa corremos entre risas porque nos persigue el dinosaurio de turno, pensé que no era más que otro ejemplo de la ilimitada imaginación que tienen nuestros pequeños. Al preguntarle por qué decía eso me respondió que su profesora Teresa les había explicado que, aunque no la vemos, todos tenemos sobre la cabeza una mochila que se llena de piedras cada vez que decimos “palabras feas” a los demás, y que cuando decimos “cosas bonitas” se llena de “burbujas”… Piedras que pesan como losas y ligeras burbujas que vuelan. Con esta sencilla metáfora, su profesora ha sabido explicar a unos alumnos de 3º de Infantil cómo practicar, desde la infancia, una comunicación no violenta que les permita expresarse, gestionando sus emociones, sin ofender con sus palabras.

Sin duda, la comunicación no violenta es una forma de expresión eficaz, empática e inteligente, no siempre fácil de llevar a cabo, aunque muy necesaria en estos momentos de crispación, nerviosismo e incertidumbre provocados por la pandemia, que ha vuelto del revés la gestión de nuestras emociones. Es una forma de expresión muy vinculada al cuidado, tan presente en la Iglesia desde su propio origen, tan propia de nuestros centros, donde a diario se palpa la comunicación del cuidado, de la escucha, del abrazo, del respeto, del perdón…

De comunicación no violenta y comunicación del cuidado sabe mucho Javier Cebreiros, escritor, divulgador, experto en comunicación y protagonista del primer episodio de la segunda temporada de “Maestros en la educación”, el podcast de Escuelas Católicas. En 2017 participó en el Congreso Emociona que celebramos en Oviedo y en su ponencia compartió, con el entusiasmo que le caracteriza (quien le ha escuchado lo entenderá), su pasión por las emociones, y aseguró que la emoción es la clave de la comunicación. Como entonces, ha vuelto a ser un placer disfrutar de sus palabras en esta nueva entrevista, de la mano de Victoria Moya, directora del Departamento de Comunicación. En ella, con su pasión característica, ha reflexionado sobre la comunicación, la educación, las emociones, los docentes que recordamos con cariño, la fuga de talentos y los, casi siempre, pequeños placeres cotidianos, entre otros temas.

Cebreiros es un firme creyente del beneficio que reporta la comunicación no violenta, y por ello siempre que tiene oportunidad recomienda encarecidamente, y como una “inversión” para la vida, la lectura del libro “Comunicación no violenta” de Marshall Rosenberg, porque considera liberador ver cómo se puede expresar mejor sin ofender, así como no sentirse ofendido cuando los demás nos lanzan “piedras dialécticas”. Es mucho mejor para todos lanzar burbujas, sin duda, como ya sabe una veintena de alumnos de 3º Infantil, y seguro que no son los únicos.

Practiquemos más a diario la comunicación no violenta, hablémonos bien para saber cómo hablar a los demás, descubramos y compartamos nuestras emociones para transmitir mejor y hagamos así que la mochila sobre nuestra cabeza porte burbujas y no pesadas piedras, que ya llevamos otras pesadas mochilas a la espalda.

No te pierdas este primer podcast de la temporada de “Maestros en la educación” porque te aportará una buena dosis de energía positiva, de disfrutar de lo sencillo, de recordar la vida escolar… Escúchalo aquí

Zoraida Arribas Manzanal
@zoraida_arribas