Hoy me he levantado happy y he decido ir al gym, me gusta cuidarme. Además esta tarde voy a un casting y tengo que estar muy cool. Antes de salir de casa en el self-service me he tomado un snack, he enviado un email a mi jefe y chateado con mi madre. He decidido ir haciendo un poco de footing, que es mi hobby preferido. He elegido un look casual, muy fashion, que he comprado on-line, y me he puesto mis nuevas gafas Blind Effect. Quizá por la tarde salga de shopping con unas amigas para finalizar el día viendo una perfomance. Please, tener paciencia, prometo poner todas  las fotos y selfies mañana en mi blog.

No olvidéis dar al like, mi nick: ¡Vivan los anglicismos!

Este texto, por supuesto inventado, puede parecer una exageración pero seguro que alguno se ha sentido identificado o ha oído hablar así a muchos de nuestros adolescentes y no tan adolescentes. La invasión de los anglicismos a través de la publicidad, la comunicación, la música y la informática nos ha llevado a situaciones tan absurdas como esta. Lo que era un préstamo lingüístico “temporal” se ha convertido en un uso excesivo de los anglicismos.

He leído en algún artículo hablar de la “peste de los anglicismos”, yo no diría tanto, tampoco hay que obsesionarse con la expansión del inglés, pero sí creo que estamos en un momento propio para reflexionar sobre este tema.

Supongo que este ha sido el motivo que ha llevado a la Real Academia Española (RAE) a lanzar una original campaña reivindicando el uso del español en la publicidad y la comunicación. Bajo el título “La primera campaña invadida de inglés, contra la invasión del inglés” ha lanzado un vídeo, a modo de parodia, en el que se ofrecen de manera gratuita una gafas con el efecto “blind” (ciego en inglés), unas gafas que no permiten ver nada. Hubo gente que se dejó llevar por la publicidad, por esos anglicismos que suenan tan bien y las pidieron. Imagino sus faces, digo caras, cuando las recibieron y comprobaron el efecto “blind”.


Esta es solo una campaña para ponernos alerta, una llamada de atención. No dejéis de verla y si podéis, enseñársela también a vuestros hijos y alumnos. Aunque no hay que ser alarmistas, ya que el español en estos momentos es el segundo idioma hablado en el mundo, así como el más empleado en los negocios y el tercero en Internet, no debemos permanecer impasibles e indiferentes ante el abuso de los anglicismos.

El español es una lengua espléndida, rica y llena de infinitas posibilidades. Usémosla. Los anglicismos suenan bien, pero nada mejor que la lengua materna.

Eva Díaz
@evadiazfer

Vídeo completo de la campaña