Conozco a un cuentacuentos fabuloso. En realidad es un profe de Infantil que hace unos años decidió  “vivir del cuento” y me pareció genial. Por desgracia la expresión ha perdido mucho valor y seguro que al leer el título de esta publicación alguno ha pensado en algún programa de la tele o en algún “famoso”. No me extraña.

Hoy en día, hay muchos profesionales que viven del cuento bien entendido, sobre todo los de comunicación. El arte de contar historias ha de ser una de sus mejores virtudes y  está demostrando ser una de las estrategias más eficaces del marketing. Es lo que llaman storytelling.

Los padres conocemos muy bien el poder y la eficacia del cuento y de las historias. Un cuento ayuda a dormir, a calmarse, a explicar la llegada de un hermano o el fallecimiento de un familiar. Los padres sabemos que los cuentos no son solo cosa de niños.

Las grandes marcas ya se han dado cuenta y lo están “rentabilizando” a su manera. Eso es, por ejemplo, lo que está haciendo Estrella Damm desde hace algunos años. Su anuncio estival marca el principio del verano como el de Freixenet lo hace en Navidad. En ellos, la cerveza, es solo un elemento presente en una historia protagonizada por personajes famosos y dirigida por cineastas de reconocido prestigio. El anuncio de televisión es solo el tráiler. La historia completa está en Youtube. Este año, su director, Dani de la Torre lo tiene difícil al competir con la canción de Aitana y Ana Guerra pero Alejandro Amenábar colocó en 2015 su vídeo a la cabeza de los más vistos en Youtube en España con su corto “Vale” protagonizado por Dakota Johnson y Quim Gutiérrez.

Historias como estas generan emoción y la emoción ha demostrado ser también el motor de la acción (consumo) o del cambio. A veces la emoción domina la razón y puede generar ventas por encima de lo esperado. Hay muchos ejemplos, pero a mí hay uno que me gusta especialmente. Desde hace unos años Lotería Nacional ha demostrado que contar historias funciona. ¿Quién no recuerda la historia de Manuel y aquel café de 21 euros en el Bar de Antonio?

El año pasado intentaron emular el éxito de Estrella Damm contando también con Alejandro Amenábar para narrar una historia algo menos sentimental, la historia de Danielle. No han conseguido el éxito de años anteriores. Contar historias tiene su arte. No es fácil acertar con el tema, lema, protagonistas, etc.

Tenéis la mejor historia

En este sentido los centros católicos tenéis suerte. Conocéis la mejor historia. La que aparece recogida en el Biblia. El maestro del storytelling nació hace 2018 años. Pedro Aguado y Asunción Codes nos lo contaban en el último Congreso de Escuelas Católicas. Tenéis la mejor historia y ya sabéis qué hay que hacer: “Id y anunciad”.

¿Cuántas historias inolvidables suceden cada día en un colegio? ¿Cuántas veces vuestros alumnos arrancan vuestra sonrisa o despiertan vuestros mejores sentimientos? ¿Cuántas anécdotas recordáis cuando cerráis la puerta de vuestra aula?

Podéis sentiros afortunados. Tenéis en vuestra mano historias reales que suceden a diario y que los mejores creativos de las mejores agencias tardan horas en inventar.

¿Qué hay de malo en contarlas? Dar rienda suelta al lado más humano y hacer protagonistas de la educación de vuestro centro  a vuestros alumnos ha de ser vuestra razón de ser. No se trata de buscar la lágrima fácil ni ser ñoños. Se trata simplemente de aprender a contar historias. Id y anunciad. Hacedlo. Los padres estamos deseando escucharos.

@albertomayoral