Érase una vez un parque verde y frondoso. Quien paseaba por allí sentía una sensación de paz y de tranquilidad inigualables. Era conocido como Parque de la Ventolera. Una niña de unos cinco añitos, muy inteligente y curiosa que frecuentaba a menudo el parque, preguntaba a su padre por qué lo denominaban así si nunca […]

Sigue leyendo