El Plan de Educación Social (PES) acumula dos décadas de existencia en el Colegio Maristas de Málaga, donde se ha convertido en un baluarte del Bachillerato, una vía de conexión con realidades difíciles de la ciudad y, en definitiva, en toda una seña de identidad del centro.

“Hemos llorado de emoción tras leer los testimonios de alumnos”. Con esta categórica confesión describen Juan Antonio y Federico Fernández -compañeros de claustro, que no hermanos- cómo de profundas y conmovedoras son las experiencias de los alumnos de 1º de Bachillerato que, año a año, desde 2000, participan en el Plan de Educación Social (PES), una iniciativa del Colegio Maristas Ntra. Sra. de la Victoria de Málaga que promueve la iniciación al voluntariado y que, al tiempo, sirve para realizar un acertado acompañamiento a estos adolescentes.

Los profesores Juanan y Fede, dos de los impulsores del Plan de Educación Social (PES) en Maristas Málaga.

Ambos docentes recorren, con cariño y satisfacción, el periplo de este plan a lo largo de dos décadas tras las que se ha convertido en baluarte del Bachillerato, vía de conexión con realidades difíciles de la ciudad (en especial con la del otro en situación de necesidad) y en toda una seña de identidad de Maristas Málaga.

El PES se articula en torno a dos ejes: la formación teórica y reflexión sobre temas relacionados con pobreza, justicia y compromiso cristiano; y la dedicación práctica (unas 2 h semanales fuera de horario lectivo), a actividades de iniciación al voluntariado en instituciones y colectivos sociales, acompañados siempre por adultos responsables de cada taller.

Alumnos y Acompañantes que han colaborado con el Hospital Materno Infantil de Málaga.

Proyecto de Aprendizaje y Servicio

El Hermano Ramón Rodríguez aterrizó en Málaga y apostó por el PES. “¿Dispuestos a ir a la guerra?” les preguntó, y allí que se alistaron. Manuel, Aurora, Nacho, Juanan, Fede… Porque la idea fue una auténtica revolución para adaptar la Educación Religiosa Escolar (ERE) al siglo XXI y hubo reservas con ella; pero pronto desaparecieron a base de comprobar el buen hacer y riqueza de la propuesta.

Porque este plan responde a la pregunta de si el colegio puede contribuir al desarrollo ‘prosocial’. Es una propuesta para el desarrollo integral del alumnado y forma parte del Proyecto Educativo del Centro; educa en la solidaridad con los más necesitados desde nuestra motivación cristiana, tiene un claro plano humano, pero, a la vez, otro educativo muy completo.

Así, el PES conecta con la innovación al ser un genuino Proyecto de Aprendizaje y Servicio: su método une la enseñanza de conocimientos, habilidades, actitudes y valores con el compromiso social. En resumen, aprender a ser competentes siendo útiles a los demás. Y, en esa línea innovadora, se aplica además el aprendizaje basado en proyectos, el trabajo cooperativo, la oratoria, el manejo de las TIC y la evaluación con rúbrica (evaluación, coevaluación y autoevaluación).

Modelo de Inspiración

Estudiantes y Responsable del Taller desarrollado en el Hogar malagueño Pozo Dulce de Cáritas.

“Si los de Química van al laboratorio… ¿dónde deben ir los de Religión?”. Esta pregunta también del H. Ramón -calificado de visionario por compañeros de claustro al impulsar esta renovación educativa- sirvió de planteamiento base para el despliegue de alumnos por rincones de Málaga donde necesitaban ayuda… y también sirvió de ejemplo a seguir.

Porque otros centros copiaron la propuesta; y porque muchos estudiantes, tras finalizar la experiencia, decidieron seguir vinculados a causas sociales de uno u otro modo. Así pues, el PES ha sido modelo de inspiración para personas e instituciones y, al tiempo, ha sido reconocido con diversos premios por su aportación a colegio y ciudad.

Juanan y Fede resaltan la gran influencia del proyecto en el proceso madurativo de los alumnos: “les ayuda a forjar su carácter y su personalidad; y ellos responden con tal responsabilidad al reto que son ‘culpables’ de la buena fama del PES”. De hecho, conecta con la Orientación Vocacional, pues esta experiencia se integra en su camino de descubrimiento del sentido de sus vidas. Y el influjo del plan alcanza por igual a jóvenes y mayores: los acompañantes, uno de los principales tesoros del PES. “Es una inmensa riqueza contar con padres y madres, antiguos alumnos, hermanos y profesores entre los colaboradores que hacen posible el plan”.

En estos 20 años, más de 2.000 estudiantes han crecido con el PES y han descubierto el sentido de ser cristiano y entregarse; que el mensaje del Evangelio no es solo un libro, sino que es verdad y realidad. “Sacamos a la calle lo que nos dice Jesús y respondemos a los desafíos”, concluyen Juanan y Fede, que acaban con un reconocimiento a la figura del H. Ramón: “en todo este tiempo han existido dificultades y verlo a él era como ver a Champagnat y aprender que hay que resistir, ser como roca y luchar por tu objetivo”. Ahora, con la pandemia de la COVID-19, Maristas Málaga tiene otro obstáculo para desarrollar el PES, pero están adaptando el trabajo práctico para seguir con este regalo de experiencia vital que jóvenes y mayores se llevan en ‘su mochila’ para siempre.

Grupo del Plan de Educación Social participando con la Asociación Vecinal La Odisea de la capital.

Víctor Recuerda