Qué gran acierto el lema e hilo conductor con el que hemos sido convocados en esta ocasión por Escuelas Católicas: “Ser, estar y educar, con nombre propio”.
«Ser o no ser, esa es la cuestión”. Esta icónica frase nos transporta al soliloquio de William Shakespeare, donde se explora la esencia de la vida y la muerte. En él se profundiza en las incertidumbres, los temores y el coraje humano, los dilemas entre la acción y la inacción, y la búsqueda de significado en un mundo intrincado y desafiante. Estas mismas cuestiones podríamos plantearlas para la escuela católica hoy. Darnos un espacio para repensar lo que somos, nuestra esencia, lo que narramos, lo que ofrecemos y nuestro significado ante la sociedad nos llevará sin duda a actualizar nuestro carisma y misión.